Natural de la ciudad de La Alhambra.

Inquisidor de neófitos, látigo de herejes, condecorado caballero de la orden del Buen Amor, duque de las vascongadas, virrey de Colombia, marqués de Carcassone, vizconde de Marbella, infante de Flandes, mariscal de Ballantine`s, conquistador de la muy invicta ciudad de Logroño, conde de Zaragoza, defensor de El Álamo y sheriff de Texas.

Tañedor de instrumentos de cuerda y maestro en la composición de versos, consigue dominar el arte de la sofronización que aplica con destreza en las féminas. Posee la sabiduría de Platón, la magia de Merlín, la destreza del Zorro y el coraje del Ché.

Conocedor de toda la lengua extranjera y amante de todas aquellas capaces de hablarlas, descubridor de los más recónditos y agrestes lugares, sigue trabajando por el buen nombre de la Tuna y de España allá donde le requieren.