Lola
Salvador Llamas Sánchez
"Lola"
Año de Ingreso: 1992 Año de Bautizo: 1994 Padrino: Maletilla Instrumento: PANDERETA

Entró en la creditada concordia de aquesta magnífica y etílica Hermandad un 31 de Octubre de 1992, día de examen de neófitos donde el cointreau flambeado fue degustado con inefable agrado y delectación, y buena Estrella. Fue bautizado el 10 de Abril de 1994, mientras en Murcia asaban la Sardina, en la puerta del Colegio Mayor de Fonseca en la Estudiante y Muy Noble y Leal ciudad de Santiago de Compostela donde fue apadrinado a los pies de Fray Maletilla, a la sazón del hermano de padre y madre, mesa y mantel.

Caballero de la Orden de la Salud del dedo largo, la frente despejada y el tentetieso. Primer heredero del marquesado de Isidoro de la Cierva, Conde del Chorrico, de Casa Pepe, y la esquina de Buenos Aires. Duque de Chamizo, de Albatera y de la Vega Baja ganadas en incursiones a los moriscos a golpe de pandereta. En sus primeras correrías sufrió los horrores del Akelarre en la reja de la Catedral de Santiago pero veterano salió de Galicia y del María Pita; también con honores participó en la batalla de las Pedroñeras y el avance hacia tierras salmantinas, en la que el Pasaje era el único enemigo y donde lso toneles de las bodegas zamoranas tenían brazos enormes como los que vió Don Quijote, sobrevivió a la noche del llanto aunque no consiguió olvidarla. Acudió a la llamada de socorro de la Católica de Oporto y después de abrevar licores infectos durante horas en las riberas del Tajo, sumiendo en trincheras y húmedos túneles, mal comidos y sin haber podido descansar su honra, fue integrante destacado de "O mais grande equipo do futbol do mondo". Volvió a Portugal años más tarde a saborear la gloria de la victoria en su balcón "da Plaza dos aliados" y enseñar al mundo que España podía ganar grandes cosas, como finalmente así fue.

Sirvió con fervor a los Encomendados por el Altísimo de todas las guerras, donde fue guía de vertiginosos pasacalles jamás imaginados y de noches para olvidar, fue excomulgado y penó con moros y cristianos en Abanilla, rodilla en tierra y con el agua al cuello. Redimidos sus pecados varias veces, en orfanatos y casas de salud en Jumilla y Santo Ángel, fue perdonado y devueltas su posesiones por el Consejo de Pinetti en 1995.

Restituido en sus cargos, organizó la logística del desembarco de las naves en Ámsterdam, donde fueron acogidos por los exploradores destacados; pero en la batalla de Nimega fue hecho prisionero junto con la mayoría de los ejércitos católicos y recluído sin alimento pero con bebida en los calabozos de Auschwitz, de donde escapó con vida mediando intervención papal. De vuelta en la Península reconquistó Granada varias veces - Capítulo X- y luchó hombro con hombro con los mejores defendiendo las Bodegas de castañeda la misma tarde en que el Adelantado del Rey Americano nos condecoró en Santa Fe como la Vencedora en la Mayor de las batallas. Ganó las plazas de Albacete y de Córdoba y los centros comerciales de Roquetas. Se despidió en Águilas por cientos de veces, con frío y con calor, de noche y de día, arropado por numerosas huestes y cuando fue abandonado quedando solo con los más valientes en Tuareg.

Benefactor de la universidad, catador aventajado de licores fríos, afamado criador de cuervos que te sacarán los ojos y ramatador de faenas estoque en mano, nunca volvió la cara al odio ni negó un brazo al hermano. Estuvo en Úbeda y Baeza muy mermado ya físicamente pero con arrestos para finalizar más de una vez. Actualmente se encuentra apartado del mundanal ruido y dedica su tiempo a la oración, la meditación inducida y la beneficiencia y sólo de vez en cuando, cada vez más de en cuando, llegan noticias lúgubres de sus farragosas batallas contra el infiel de la tierra aljorreña donde su único sustento son los alimentos de juanjina del Negro y sueña con volver a tomar una marinera en la Plaza de las Flores y arroparse con su capa de lana, jalonada de escudos de las villas que ganó y prendida de cintas de los corazones que conquistó.